¿Sabías que las células de apoyo del cerebro pueden jugar un papel importante en el TOC?

La investigación realizada por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) reveló una nueva pista sobre los mecanismos cerebrales detrás del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), este trastorno, que se caracteriza por pensamientos y acciones repetitivas. Sin embargo, su prevalencia puede ser mayor debido a la falta de informes y diagnósticos.

El TOC es considerado un trastorno de ansiedad de por vida, y aunque la psicoterapia, los medicamentos antidepresivos o ambos son típicamente recetados para el tratamiento del TOC, el tratamiento disponible no es eficaz para una parte considerable de los pacientes. Es por eso que los investigadores están buscando nuevos enfoques terapéuticos para tratar el TOC y potencialmente otros trastornos cerebrales.

En este estudio en particular, los investigadores de la UCLA se enfocaron en el papel de los astrocitos, un tipo de célula en el cerebro generalmente caracterizado como el sistema de apoyo del cerebro. Los astrocitos brindan apoyo y protección a las neuronas, pero los científicos todavía están tratando de comprender el papel que juegan estas células complejas en las enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas.

Al estudiar las proteínas expresadas por las neuronas y los astrocitos en ratones, los investigadores encontraron una proteína asociada con el TOC y los comportamientos repetitivos en las neuronas que también se encontraron en los astrocitos. Este hallazgo sugiere que las estrategias terapéuticas dirigidas a los astrocitos y las neuronas pueden ser útiles para el tratamiento del TOC y posiblemente otros trastornos cerebrales.

Además, los investigadores descubrieron que los astrocitos y las neuronas interactúan de diferentes maneras cuando se inserta la proteína SAPAP3; este hallazgo sugiere que ambos tipos de células podrían ser objetivos válidos para los tratamientos destinados a frenar la compulsión. Sin embargo, sólo las neuronas con la proteína SAPAP3 se asociaron con una reducción de la ansiedad en los ratones, lo que sugiere que los astrocitos podrían no ser un buen objetivo para reducir la ansiedad en pacientes con TOC.

En general, esta investigación es importante porque brinda información valiosa sobre cómo los astrocitos y las neuronas interactúan en el cerebro y cómo pueden ser utilizados como objetivos terapéuticos en el tratamiento del TOC y posiblemente otros trastornos cerebrales. Aunque todavía hay mucho por aprender, este estudio es un paso importante en la comprensión del TOC y en la búsqueda de tratamientos más efectivos para las personas que lo padecen.