Ciencia a la carta, imprimiendo calor en 3D con microfluidos

¡Hola, exploradores del conocimiento! Hoy les cuento sobre unos genios del MIT que están dando un giro candente a la ciencia con su nueva movida: ¡imprimir en 3D dispositivos que se calientan solitos! Los microfluidos son como los MVPs (jugadores más valiosos) de la ciencia miniatura, manipulan líquidos y son la clave para descubrir enfermedades en poquita sangre. Imaginen que son los maestros de ceremonias en las pruebas caseras de Covid-19, pero aquí viene el dilema: algunos necesitan calor específico para deslumbrar con sus trucos. Los científicos de MIT, en lugar de meterse en el rollo complicado y caro de los dispositivos de microfluidos, han decidido darle un giro a lo grande. ¡Imprimen en 3D estos chismes autocalentables! Imaginen una impresora 3D haciendo magia científica.

¿Cómo lo hacen? Usan un polímero llamado PLA, que es como el material base para la impresión 3D, pero no se quedan ahí, ¡le añaden nanopartículas de cobre para hacerlo conductor eléctrico! El truco está en imprimir una resistencia calefactora con el PLA mágico y, al mismo tiempo, los canales microscópicos por donde fluye el líquido. ¡Todo en un solo acto de impresión! Y no crean que es cualquier cosa, estos dispositivos pueden calentar el fluido mientras fluye, ciencia en acción, mis amigos.

Lo mejor de todo es que esta movida no te quiebra el banco, con unos 2 dólares en materiales, tienes un microfluido listo para la acción. ¿Y por qué es emocionante? Porque en lugares lejanos y sin mucho acceso a laboratorios caros, esto puede ser la llave mágica para diagnósticos más accesibles. Ah, y por si se lo preguntaban, el PLA es transparente, así que puedes ver qué pasa dentro del dispositivo, como una ventana a un mundo microscópico lleno de ciencia. ¡Increíble!

Estos científicos están en modo “democratizar la tecnología”, según Luis Fernando Velásquez-García, el cerebro detrás de esta movida y no es solo eso, están pensando en imprimir imanes directamente en estos aparatos para hacer reacciones químicas aún más locas. Entonces, queridos amigos, la ciencia avanza a pasos agigantados, imprimiendo en 3D y calentando corazones curiosos, este es solo el comienzo de un mundo donde la tecnología se mezcla con la simplicidad y la belleza. ¡Hasta la próxima, exploradores!