¡Adiós a las partituras tradicionales! Descubre cómo la IA está cambiando la partitura musical

¡Hey, amantes de la música y curiosos del cerebro! Prepárense para un viaje por la ciencia musical que les volará la mente, resulta que unos cerebritos de la KAIST, liderados por el profesor Hawoong Jung, han desentrañado el misterio detrás de nuestros instintos musicales utilizando nada más y nada menos que una red neuronal artificial. Sí, suena a ciencia ficción, ¡pero esto es real! Así que, sabemos que la música es como el idioma que todos hablamos, ¿verdad? Pero aquí está la pregunta del millón: ¿Podría nuestro “instinto musical” ser algo que compartimos todos, aunque vivamos en mundos culturales totalmente diferentes? El equipo se hizo esta misma pregunta y decidieron ir a lo grande para responderla.

Resulta que el 16 de enero fue un día histórico (bueno, al menos para los amantes de la ciencia musical). Estos genios de la investigación revelaron que nuestros instintos musicales no necesitan clases magistrales; utilizaron un modelo de red neuronal artificial para demostrar que nuestro cerebro puede sacar melodías de la nada ¡Si, sin que nadie le enseñe!. Antes de que piensen que esto suena a magia, déjenme explicarles un poquito más, ya se sabía que la música está en todas partes, ¡literalmente! Un estudio en Science en 2019 dijo que la música es como ese amigo que nunca falta en las culturas de todo el mundo. Pero, ¿cómo nuestro cerebro la procesa tan naturalmente?

Aquí es donde entra en escena el equipo de Jung, usaron algo llamado AudioSet, una montaña de datos de sonido de Google, y le enseñaron a la red neuronal artificial a reconocer distintos sonidos y aquí viene lo divertido: descubrieron que ciertas neuronas en el modelo respondían más a la música que un adolescente a un meme de gatos. Estas neuronas se volvían locas con todos los géneros, desde el clásico hasta la electrónica e incluso descubrieron que estas neuronas eran como críticos musicales, porque respondían menos cuando la música se cortaba y mezclaba como un DJ en una fiesta loca.

Lo más alucinante es que estas neuronas no solo son fanáticas de la música, sino que también ayudan a procesar otros sonidos naturales. ¡Sí, tienen una doble vida! La “habilidad musical” resulta ser una especie de superpoder evolutivo que nos ayuda a lidiar con los sonidos de la naturaleza. El profesor Jung, el cerebro detrás de todo esto, soltó la perla: “Nuestro estudio sugiere que la evolución ha tenido un papel en formar la base universal para procesar información musical en diferentes culturas”. Y lo más emocionante es que este modelo cerebral podría tener aplicaciones alucinantes, desde crear música con IA hasta terapias musicales.

Pero claro, todo tiene sus límites. Jung señala que esta investigación no incluye el proceso de aprender música, así que todavía hay más secretos por descubrir. ¿Quién sabe qué más nos depara el futuro de la ciencia musical? ¡Manténganse sintonizados, melómanos del conocimiento!

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