¡Atrévete a desafiar a tu propio cerebro!
¡Hola, curiosos cerebritos! ¿Listos para sumergirnos en el fascinante mundo de lo que ocurre en nuestras cabezas cuando interactuamos con los demás? Cuando nos mezclamos en la salsa social, ya sea dándonos la mano o charlando, nuestro cerebro es el DJ de la fiesta, pero, ¿qué está tramando exactamente en esa cabecita tuya? Pues bien, nuestros amigos del Instituto Holandés de Neurociencia tienen algo jugoso para contarnos: parece que lo que vemos de los demás está más conectado con nuestras expectativas que con la realidad del asunto. ¡Sí, suena a película de ciencia ficción, pero es la pura realidad!
Llevamos un buen rato tratando de descifrar cómo nuestro cerebro procesa las acciones ajenas, pues cuando ves a alguien hacer algo, áreas de tu cerebro se iluminan como si tú mismo estuvieras ejecutando la acción. Antes, pensábamos que este proceso seguía un orden específico: primero las áreas visuales, después las zonas que usamos para movernos, pero nuestros intrépidos investigadores, liderados por Christian Keysers, nos traen noticias emocionantes. Si estás viendo una serie de acciones bien engranadas, como preparar el desayuno, tu cerebro deja de prestar tanta atención a lo que ven tus ojos y se fía más de lo que esperas que suceda a continuación. “Lo que haríamos a continuación se convierte en lo que nuestro cerebro ve”, nos dice Christian, el jefe de este grupo.
Para llegar a esta conclusión que suena a magia, el equipo tuvo la oportunidad única de espiar directamente la actividad cerebral de pacientes con epilepsia. Sí, suena a trama de película, imagínate esta situación: estás en la cama de un hospital, esperando como quien espera que le toque la lotería, y los científicos te piden que veas vídeos de gente haciendo cosas cotidianas. Mientras tanto, te meten unos electrodos en el cerebro para medir qué está pasando ahí dentro; en una condición, ves las acciones en el orden natural (como cuando te haces tu tostada mañanera), y en otra, las mezclan como si fueran cartas de póker. Resultado: ¡el cerebro se comporta de manera diferente dependiendo del truco que le hagan!
Cuando las acciones siguen su curso natural, la información fluye desde las regiones cerebrales que controlan nuestras propias acciones hacia las que describen lo que vemos. Pero, y aquí viene lo interesante, ¡cuando las acciones se mezclan, el cerebro hace una especie de breakdance cerebral y cambia la coreografía! La información fluye desde las regiones que saben cómo hacemos las cosas hasta las que controlan nuestras acciones, suprimiendo lo que vemos con los ojos. ¡Es como si nuestro cerebro dijera, “Déjame mostrarte cómo lo haría yo!”
Este descubrimiento es como una pieza más en el rompecabezas de cómo nuestro cerebro no es solo un espectador, sino un maestro de ceremonias que siempre está adivinando lo que viene después. En lugar de simplemente reaccionar a lo que nuestros sentidos nos cuentan, estamos constantemente prediciendo lo que va a suceder a continuación; pero, claro está, si lo que vemos no cuadra con nuestras expectativas, ¡se nos cae la venda de los ojos y vemos la realidad tal cual es! Así que ya lo sabes, recuerda que tu cerebro está trabajando horas extras para mantenerte en sintonía. ¡Hasta la próxima, mentes inquietas!
Responses