Las turbinas eólicas, ¿podrían ayudar a capturar dióxido de carbono mientras brindan energía?

Además de aprovechar el viento para generar energía limpia, las turbinas pueden ayudar a canalizar el dióxido de carbono a los sistemas que extraen los gases de efecto invernadero del aire. Los investigadores dicen que sus simulaciones muestran que las turbinas eólicas pueden arrastrar aire sucio desde arriba de una ciudad o una chimenea hacia las estelas de las turbinas, eso aumenta la cantidad de CO2 que llega a las máquinas que pueden eliminarlo de la atmósfera. 

Abordar el cambio climático requerirá reducciones dramáticas en la cantidad de dióxido de carbono que los humanos liberan al aire, pero eso por sí solo no será suficiente, una parte de la solución podría ser sistemas directos de captura de aire que eliminen algo de CO2 de la atmósfera, pero las grandes cantidades de CO2 producidas por las fábricas, las centrales eléctricas y las ciudades a menudo se concentran en alturas que las colocan fuera del alcance de la maquinaria en el suelo que puede eliminarlas. A medida que las grandes turbinas eólicas generadoras de energía giran, provocan turbulencias que atraen el aire hacia las estelas detrás de ellas, es un efecto que puede concentrar el dióxido de carbono lo suficiente como para que la captura sea factible, particularmente cerca de las grandes ciudades.

Hacer funcionar los sistemas de captura a partir de la energía producida por las turbinas eólicas también puede abordar la carga financiera que a menudo conlleva la eliminación de CO2 del aire. Probablemente hay muchos factores que afectarán el transporte de CO2 por las turbinas del mundo real, incluidas las interacciones que tienen las estelas de la turbina con el agua, las plantas y el suelo.