¡Los enjambres de insectos podrían generar tanta carga eléctrica como las nubes de tormenta!

Un estudio realizado  en Octubre del 2022 sugiere que la electricidad producida naturalmente por los enjambres de insectos como las abejas y las langostas es un contribuyente no apreciado a la carga eléctrica general de la atmósfera. Los científicos conocen desde hace mucho tiempo la minúscula carga eléctrica que transportan los seres vivos, como los insectos, sin embargo, la idea de que un bugaloo eléctrico podría alterar la carga en el aire a gran escala llegó a los investigadores por pura casualidad.

En realidad, el estudio estaba enfocado ​​​​en comprender cómo la electricidad atmosférica influye en la biología, pero cuando un enjambre de abejas pasó por encima de un sensor destinado a recoger la electricidad atmosférica de fondo en la estación de campo del equipo, los científicos comenzaron a sospechar que la influencia también podría fluir en sentido contrario. Biólogos y físicos, midieron el cambio en la fuerza de la carga eléctrica cuando otros enjambres de abejas pasaron sobre el sensor, revelando un aumento de voltaje promedio de 100 voltios por metro, cuanto más denso es el enjambre de insectos, mayor es la carga producida.

Esto inspiró al equipo a pensar en enjambres de insectos aún más grandes, como las hordas bíblicas de langostas que plagaron Egipto en la antigüedad; los objetos voladores, desde animales hasta aviones, acumulan electricidad estática a medida que se mueven por el aire. El equipo midió las cargas de langostas del desierto individuales (Schistocerca gregaria) mientras volaban en un túnel de viento impulsado por un ventilador de computadora, tomando datos sobre la densidad de langostas de otros estudios, el equipo luego usó una simulación por computadora basada en los datos del enjambre de abejas para ampliar estas mediciones de langostas individuales en estimaciones de carga eléctrica para un enjambre de langostas completo. Las nubes de langostas podrían producir electricidad por metro a la par que las nubes de tormenta, informan los científicos.

Los resultados resaltan la necesidad de explorar las vidas desconocidas de los animales en el aire, que a veces pueden alcanzar alturas mucho mayores que las abejas o las langostas. Las arañas, por ejemplo, pueden volar kilómetros por encima de la Tierra cuando se vuelan sobre hilos de seda para llegar a nuevos hábitats.

Related Articles

Responses

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *