¡Inhabilitar una proteína podría algún día conducir a una cura para el resfriado común!

Una forma poco común de pensar puede acercar a los científicos un paso más a la cura del resfriado común. Los investigadores han identificado una proteína clave en humanos que algunos virus usan para multiplicarse dentro de las células humanas, inhabilitando esa proteína, en lugar de atacar al virus en sí, puede evitar que se propaguen las infecciones. En ratones y células humanas diseñadas para carecer de esta proteína, los virus no pudieron replicarse, según informan microbiólogos.

Los resfriados son la enfermedad infecciosa más común en los humanos; en promedio, los adultos se resfrían dos o tres veces al año, mientras que los niños se resfrían aún más. Cualquiera de los cientos de virus, incluidos los rinovirus, puede causar estas infecciones. Ese hecho, y debido a que estos virus pueden mutar rápidamente para volverse resistentes a los medicamentos, dificulta encontrar una cura.

Entonces, los investigadores se centraron en el huésped humano en lugar del virus; los virus secuestran células y dependen de la propia maquinaria celular de los humanos para producir más virus y enfermar a su huésped. El equipo quería ver si podía identificar los genes humanos que producen las proteínas que muchos virus secuestran para replicarse, usando la herramienta de edición de genes CRISPR, científicos eliminaron sistemáticamente fragmentos de ADN para construir una biblioteca de células humanas, cada una de las cuales carecía de un gen y, por lo tanto, no podía producir la proteína correspondiente de ese gen. Luego, los investigadores infectaron las células con dos tipos de virus, uno que causa resfriados y otro que se ha relacionado con enfermedades neurológicas.

Usando diferentes proteínas virales como ganchos, los científicos extrajeron proteínas humanas que estaban unidas físicamente a una proteína viral, eso permitió al equipo identificar qué proteínas humanas estaban interactuando con las virales, una indicación de que el virus estaba usando esa proteína para secuestrar la célula. Una proteína humana se extrajo repetidamente de las células: SETD3, y los experimentos indicaron que los virus necesitaban SETD3 para hacerse cargo de la célula. Los científicos sabían que esta proteína podría afectar las proteínas de actina, que ayudan a que los músculos se contraigan. Pero su papel en las infecciones virales fue una sorpresa.

Los investigadores creen que la mejor apuesta es buscar un medicamento que bloquee la interacción de la proteína humana y sus contrapartes virales, o uno que destruya la proteína humana solo cuando interactúa con las virales.

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