¡Algo tan divertido! Legos pueden tardar cientos de años en descomponerse en el océano

Si alguna vez ha tenido la desgracia de pisar un Lego, sabe que los bloques de construcción de plástico no dan absolutamente nada. Ahora, los científicos han descubierto otra consecuencia desagradable de la indestructibilidad de los juguetes: un solo Lego podría tardar cientos de años en descomponerse en el océano.

Los océanos de la Tierra están llenos de plástico de todo tipo, pero estimar cuánto tarda esa basura en desintegrarse en el agua de mar suele ser un desafío, porque es difícil fechar fragmentos de escombros de origen desconocido; pero es bastante fácil identificar una pieza de Lego por su forma distintiva, según científicos ambientales en Inglaterra. Debido a que los aditivos químicos utilizados para fabricar Legos han cambiado con el tiempo, la composición de cada ladrillo contiene pistas sobre cuándo se fabricó.

Investigadores usaron un espectrómetro de fluorescencia de rayos X para medir las composiciones químicas de los bloques de Lego arrastrados por el agua, que habían sido recolectados por voluntarios de limpieza de playas en Cornualles, Inglaterra, desde 2010. Usando las huellas dactilares químicas de los bloques, el equipo identificó los ladrillos fabricados; alrededor de la década de 1970, un indicador químico clave fue el cadmio, utilizado para fabricar pigmentos amarillos y rojos brillantes desde principios de la década de 1970 hasta principios de la década de 1980, cuando se eliminó debido a su toxicidad.

Los investigadores suponen que los Legos varados se perdieron en el mar al momento de su compra; para medir el desgaste de los Legos varados durante 30 a 40 años en el mar, debido a factores como los sedimentos abrasivos y la exposición a la luz solar, los investigadores utilizaron sus mediciones de fluorescencia de rayos X para comparar los Legos desgastados con versiones prístinas de los mismos ladrillos guardados en colecciones desde la década de 1970.

En 14 pares de Legos a juego, las versiones desgastadas tenían entre un 3 y 40 por ciento menos de masa que sus contrapartes en perfecto estado, según esas mediciones, se estima que se necesitarán entre 100 y 1,300 años para descomponer por completo un solo bloque de Lego, informan los investigadores.

Investigaciones anteriores han demostrado que las botellas de agua de plástico tardan décadas en descomponerse en el océano, pero dado que muchos componentes de plástico utilizados para fabricar productos electrónicos y otros productos de consumo tienen un grosor y una solidez más parecidos a los ladrillos de Lego que a las botellas de agua, se sospecha que la escala de tiempo de varios cientos de años puede ser más representativa de la degradación del plástico en general en el agua de mar.

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