¿Alguna vez has escuchado sobre la conducción de calor?

Los conductores de calor son aquellos materiales cuya estructura es tal, que el calor puede transitar por ellos con mucha facilidad. Hay que recordar que toda la materia está compuesta de átomos y moléculas en constante movimiento vibratorio, y que el calor se traduce en una mayor agitación de dichas partículas.

Algunos materiales conducen el calor mejor que otros, porque su configuración interna facilita este flujo de energía. La madera, por ejemplo, no es un buen conductor del calor porque tarda mucho en calentarse, en cambio, el hierro, el cobre y otros metales sí lo son, lo que significa que sus partículas adquieren energía cinética con suma rapidez. Por eso los metales son los favoritos para la fabricación de utensilios de cocina, como ollas y sartenes, se calientan rápidamente y alcanzan temperaturas suficientemente altas como para que los alimentos se cocinen adecuadamente.

Tipos de conductores

En función de su forma de conducir el calor, los materiales se clasifican en:

Conductores térmicos: el diamante y los metales como cobre, hierro, zinc y aluminio, entre otros. Usualmente los buenos conductores de electricidad también lo son del calor.

Aislantes térmicos: madera, goma, fibra de vidrio, plástico, papel, lana, anime, corcho, polímeros son buenos ejemplos. Los gases tampoco son buenos conductores.

Realiza junto conmigo el siguiente ejercicio y pongamos a prueba la conducción del calor.

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