El arte del flechazo: ¿Por qué caemos rendidos ante ciertas personas?

¿Sabías que a veces las mejores relaciones nacen de encuentros cortos pero impactantes? Como cuando vas a una fiesta y te topas con alguien que lleva puesta la camiseta de tu banda favorita, o que se ríe de los mismos chistes que tú, o incluso alguien que disfruta ese sándwich impopular que sólo tú (o eso creías) amas. Un pequeño interés compartido se convierte en una conversación que te hace exclamar: ‘¡También es mi favorito!’ y de ahí nace una conexión especial.

Esto se conoce como el efecto de similitud-atracción: generalmente nos gustan las personas que se parecen a nosotros, ahora, se ha encontrado una razón detrás de esto, y la explicación es increíble. El profesor Charles Chu, el cerebrito de la Universidad de Boston, se lanzó en una serie de estudios para descubrir qué hace que nos sintamos atraídos o rechazados por los demás y lo más curioso es que descubrió que todo se relaciona con lo que los psicólogos llaman “razonamiento autoesencialista”. ¿Qué es eso? Es cuando creemos que tenemos un “yo” interior que nos define y da forma a nuestros intereses, gustos y disgustos, entonces, si encontramos a alguien con un interés en común, suponemos que esa persona comparte nuestra visión del mundo en general. ¡Es como si tuviéramos un sexto sentido!

Pero, aquí viene lo interesante: este afán de encontrar una conexión profunda con alguien basándonos en uno o dos intereses compartidos puede llevarnos por mal camino y limitar nuestras posibilidades de conexión con otras personas. Resulta que somos bastante quisquillosos y rechazamos a aquellos que no creemos que sean como nosotros, incluso por razones insignificantes como si les gusta un político, banda, libro o programa de televisión que odiamos. La verdad es que todos somos bastante complejos, pero solo conocemos nuestros propios pensamientos y sentimientos en su totalidad, mientras que las mentes de los demás son todo un misterio para nosotros; lo que nos dice este estudio es que a menudo llenamos esos vacíos con nuestra propia percepción de nosotros mismos y eso nos lleva a hacer suposiciones injustas.

Estos hallazgos tienen implicaciones interesantes, especialmente en el mundo de los negocios y la política, en las negociaciones, por ejemplo, hacemos juicios sobre los demás y cómo se deben distribuir el poder y los recursos. Pero en un mundo cada vez más polarizado, es importante tener en cuenta que nuestras impresiones y decisiones están influenciadas por nuestras creencias internas y eso puede limitar nuestra visión.

Así que la próxima vez que te encuentres con alguien que parece diferente a ti, tómate un momento extra y no te dejes llevar solo por una idea o una opinión. Las personas son mucho más complejas de lo que pensamos, y la clave para una verdadera conexión radica en no solo buscar similitudes, sino en abrirnos a la diversidad y comprender a los demás más allá de nuestra propia percepción. Recuerda, no te quedes atrapado en la idea de “yo soy como tú” o “tú no eres como yo”, ¡hay muchas formas más productivas de conocer y formarse impresiones de los demás!

Related Articles

Responses

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *