El plasma frío podría transformar las granjas sostenibles del futuro

Muchos fertilizantes contienen amoníaco, que se produce a partir de nitrógeno (necesario para el crecimiento de las plantas) e hidrógeno mediante una reacción química llamada proceso de Haber-Bosch. Este proceso revolucionó la agricultura a principios del siglo XX al hacer posible la producción masiva de fertilizantes, sin embargo, el proceso produce cientos de millones de toneladas métricas de dióxido de carbono cada año.

Idealmente, se busca un fertilizante que sea renovable, y  para que sea realmente verde, debe crearse en la granja, haciendo innecesario el transporte, otro emisor de carbono. investigadores están trabajando hacia futuras granjas que sean verdaderamente sostenibles, donde la energía de fuentes renovables como la eólica o la solar se aproveche para producir un fertilizante eficiente en el lugar y esperan realizar esta visión explotando el plasma.

¿Qué es exactamente el plasma? Es una sopa de electrones con sus cargas negativas, iones positivos y átomos neutros que también produce campos electromagnéticos y radiación ultravioleta e infrarroja, se produce cuando el gas se sobre energiza (por calor o una corriente eléctrica, por ejemplo) y los electrones se liberan de los átomos.

Los experimentos realizados en la última década han probado una combinación de formas de aplicar plasma a semillas, plántulas, cultivos y campos. Estos incluyen el plasma generado con gases nobles, así como el plasma generado a partir del aire. En algunos casos, el plasma se aplica directamente a través de chorros de plasma que fluyen sobre las semillas o plantas. Otro enfoque utiliza agua tratada con plasma que puede realizar una doble función: riego y fertilización. Algunos estudios han reportado una variedad de beneficios, desde ayudar a las plantas a crecer más rápido y más grandes hasta resistir plagas.

Se están llevando a cabo proyectos en todo el mundo para probar el plasma a gran escala y en diferentes entornos. Los científicos holandeses han desarrollado reactores portátiles que utilizan plasma para generar fertilizantes a partir del aire. Esperan que esta invención pueda satisfacer la necesidad de fertilizantes en lugares donde los agricultores a menudo no pueden obtener amoníaco.

Con un poco de suerte, las continuas investigaciones mostrarán un camino para que las granjas futuras reemplacen el amoníaco y reduzcan las emisiones de carbono.

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