La Tierra y sus inicios acuáticos, ¡El secreto del agua en los bloques de construcción!
¡Eh, terrícolas curiosos! Hoy nos metemos en la máquina del tiempo y regresamos a cuando nuestro querido Sol aún no tenía arrugas y todo en el sistema solar era una especie de disco cósmico, una gran fiesta de polvo y gas rocoso. Imagínense, ¡4.560 millones de años atrás! En ese momento, pequeños guijarros de polvo decidieron hacer equipo, como si estuvieran formando la mejor banda del universo. Se juntaron y se hicieron gigantes, convirtiéndose en los “planetesimales”, los ladrillos básicos para construir la Tierra y los otros planetas cercanos.
Los científicos, siempre con sus mentes curiosas, llevan un buen tiempo tratando de entender cómo eran esos antiguos lugares de formación de planetesimales y aquí viene la pregunta del millón: ¿La Tierra siempre fue tan húmeda como ahora? Un nuevo estudio, que es básicamente una combinación de datos de meteoritos y ciencia de laboratorio, dice que los primeros planetesimales del sistema solar interno se formaron ¡con agua de serie! ¡Un verdadero giro en los guiones cósmicos! Imaginen a esos meteoritos como las reliquias de los tiempos antiguos, son como las cápsulas del tiempo galácticas, contándonos secretos sobre los inicios del sistema solar. No traen agua directamente, pero los científicos son como detectives espaciales y pueden deducir su presencia pérdida analizando cómo afectaron a otros elementos químicos.
Piensen en ello como un juego de cocina cósmica: el agua, compuesta por hidrógeno y oxígeno, jugando a mezclarse con otros elementos como el hierro. ¡Y voilà! ¡Tenemos óxido de hierro, la estrella del espectáculo en Marte! Un científico, Damanveer Grewal, con su lupa cósmica, examinó meteoritos de hierro para ver cuánto hierro se había oxidado, algo así como evaluar la receta original de la formación de planetesimales. Y ¡sorpresa!, descubrieron que estos bloques de construcción espaciales tenían la misma cantidad de hierro desaparecido, ya sea que vinieran del sistema solar interior o exterior. ¿Qué significa esto? Que los planetesimales se formaron en un lugar donde el agua estaba a la orden del día, ¡desafiando los modelos clásicos del sistema solar! La Tierra y compañía podrían haber nacido ya hidratados desde el principio.
Aunque, como en toda buena historia, hay un giro, este método solo detecta el agua que se usó para oxidar el hierro, no la que formaría nuestros océanos. Así que, la trama se complica y deja abierta la puerta a más descubrimientos. ¡Y eso es todo, exploradores! La historia cósmica es más fascinante de lo que podríamos haber imaginado. ¿Quién hubiera pensado que esos meteoritos esconden secretos de agua desde el inicio de los tiempos? ¡Hasta la próxima aventura en el espacio!
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