¡La velocidad de la comunicación cerebral al descubierto! ¡No te quedes atrás!

¡Hey, amiguitos! ¿Alguna vez te has preguntado qué tan rápido viaja la información en nuestro cerebro? Pues, resulta que los científicos han descubierto algo alucinante. ¡La velocidad de comunicación en nuestro coco sigue acelerando incluso después de la adolescencia temprana! Sabemos que la ansiedad, la depresión y otros trastornos pueden aparecer en la adolescencia tardía y en la adultez temprana. ¡Pero entender cómo se desarrolla nuestro cerebro puede ayudar a los doctores a tratar estos problemillas!

Según Dora Hermes, una científica de la Clínica Mayo, conocer la trayectoria de nuestro cerebro en desarrollo puede ayudar a los médicos a encontrar el momento perfecto para ofrecer terapias a sus pacientes. ¡Es como si fueran expertos en la construcción de carreteras mentales! El conectoma humano, que es como el sistema de autopistas de nuestro cerebro, se va desarrollando a medida que crecemos. Pero, ¿cómo afecta ese crecimiento a la velocidad de las señales en nuestro coco? Nos lo explican con un ejemplo sencillo: imagina que un camión transita por una carretera, pues, lo mismo pasa con las señales que viajan entre las diferentes áreas de nuestro cerebro, su velocidad depende de cómo están construidas las autopistas neuronales. ¡Qué locura!

Para averiguar más, el equipo de científicos hicieron experimentos geniales. ¡Imagínate! Estimularon electrodos en la cabeza de 74 participantes de entre 4 y 51 años. ¡Y no, no era para poner música, era para medir el tiempo que tardaban las señales en viajar de una región del cerebro a otra! ¡La sorpresa fue enorme! Resulta que las señales en el cerebro de los adultos viajan el doble de rápido que en los niños y además, los adultos de 30 o 40 años tienen velocidades de transmisión más rápidas que los adolescentes. ¡Qué genial es ser adulto!

Para que te hagas una idea, la velocidad de transmisión se mide en milisegundos, que son como pequeñitos destellos de tiempo. Por ejemplo, a un pequeñuelo de 4 añitos le lleva unos 45 milisegundos que una señal llegue desde la frente hasta la parte de atrás del cerebro. ¡Pero a un señor de 38 años solo le toma 20 milisegundos! ¡Es más rápido que pestañear! Ahora los científicos están investigando cómo afectan las enfermedades neurológicas a la velocidad de transmisión en el cerebro. ¡Es como si estuvieran arreglando las carreteras cuando hay un tráfico malísimo! Están trabajando con neurocirujanos y neurólogos pediátricos para entender cómo las enfermedades pueden cambiar la velocidad de transmisión en comparación con lo normal para cada grupo de edad.

¡Y eso es todo, amiguitos! Ya sabes un poquito más sobre la velocidad de comunicación en nuestro cerebro. ¡Espero que te haya gustado este viaje alucinante por las autopistas de nuestras mentes!

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