¿Las cargas eléctricas pueden ayudar a explicar cómo nacen los planetas?

Crecer es difícil de hacer, especialmente para los planetas bebés. Ahora, los científicos pueden haber descubierto la solución a un rompecabezas sobre los dolores de crecimiento protoplanetarios.

Un obstáculo para la formación planetaria, conocido como barrera de rebote, dificulta la acumulación de partículas de polvo que eventualmente forman planetas, pero la carga eléctrica puede proporcionar la adherencia adicional que esas motas cósmicas necesitan para que los grupos sigan creciendo, informan científicos. Probar esa explicación requirió agitar vigorosamente miles de pequeñas cuentas de vidrio y catapultarlas más de 100 metros hacia el cielo en un intento de imitar los lugares de nacimiento de los planetas, los discos protoplanetarios.

En los discos protoplanetarios, las semillas de los planetas chocan y se adhieren, formando grupos cada vez más grandes, pero, según los experimentos y simulaciones, una vez que las partículas tienen un tamaño de un milímetro, su crecimiento se detiene cuando rebotan entre sí, en lugar de pegarse. Es un dilema que ha obstaculizado los intentos de simular cómo se forman los planetas, de alguna manera, las partículas de polvo superan la barrera de rebote, lo que da como resultado un cosmos salpicado de una amplia variedad de mundos. 

Científicos también realizaron experimentos de agitación con esferas de basalto, que son más similares a las partículas de un disco protoplanetario real. El equipo encontró que las partículas de basalto se cargaron incluso más que las perlas de vidrio, lo que sugiere que el efecto podría ser aún más fuerte en los discos protoplanetarios, sin embargo, quedan otras barreras para los planetas en desarrollo. Las partículas de alta velocidad, por ejemplo, pueden colisionar y romper grupos más grandes, por lo que crecer todavía requiere arena.

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