¿Puedes creer que los geckos pueden ayudar en la investigación sobre el cáncer de piel?
Al estudiar una colonia de geckos descendientes de un ejemplar llamado Mister Frosty, un equipo de investigadores ha identificado el gen que hay detrás de los tumores cutáneos de estos lagartos y que se relaciona con el cáncer en los humanos. Un gecko llamado Mr. Frosty y sus parientes han ayudado a los científicos a descubrir el problema genético que proporciona a estos lagartos su color destacado, y su alto riesgo de tumores en la piel.
Los geckos son una variedad de gecko leopardo, llamado Lemon Frost, que luce una piel blanca y descarnada que no solo resalta su coloración amarilla, sino que también tiende a desarrollar tumores. Un nuevo estudio fija estos rasgos del Lemon Frost a un solo gen, que también está implicado en el melanoma de cáncer de piel en las personas. Estos resultados sugieren que los geckos Lemon Frost podrían usarse para investigar nuevos tratamientos para el cáncer de piel.
Estudiar a un gecko no solo tiene que ver con la salud del gecko o con la comprensión de la biología básica, sino que también podría proporcionar información clave para seguir investigando sobre otros organismos, incluidos los humanos. En las últimas décadas, los criadores de reptiles han producido una amplia variedad de geckos leopardo, que van desde el naranja vibrante hasta el negro o manchado a rayado. Es simplemente increíble que una especie en particular pueda mostrar una variedad de colores y patrones tan diferentes.
Para realizar dicho estudio un investigador realizó una compra de un gecko Lemon Frost llamado Mister Frosty en una subasta de reptiles, y lo crió con varios geckos leopardo hembra para establecer una colonia de más de 900 lagartos, pero desafortunadamente más del 80 por ciento de los geckos de Lemon Frost desarrollaron tumores de células blancas de la piel antes de que los reptiles tuvieran 5 años. En algunos geckos, se convirtieron en grandes protuberancias que dificultan el movimiento de los animales y llegaban a infectarse si se rompían.
Para descubrir el gen responsable de los tumores, recogieron ADN de la saliva de los lagartos, los investigadores descifraron la composición genética de unos 30 geckos que heredaron los rasgos de Lemon Frost de ambos padres, otros cien que heredaron los rasgos de un solo padre y casi 40 geckos que no eran Lemon Frost. La comparación del material genético de estos geckos permitió al equipo rastrear los tumores de Lemon Frost y la coloración de una mutación en un gen llamado SPINT1. Este gen no solo se ha relacionado con el cáncer en humanos, sino también con la formación de tumores en peces y ratones.
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