¿Sabias que? Los comportamientos de los perros están relacionados con la genética de la raza

La capacidad de un perro para aprender nuevos trucos puede ser menos un producto de su extenso entrenamiento que su genética. Entre 101 razas de perros, los científicos encontraron que ciertos rasgos de comportamiento, como la capacidad de entrenamiento o la agresión, tenían más probabilidades de ser compartidos por razas genéticamente similares. Si bien estudios anteriores han analizado los fundamentos genéticos de los comportamientos de los perros para ciertas razas, esta investigación, es la primera en investigar una amplia franja de diversidad de razas y encontrar una fuerte señal genética.

Los humanos y los perros han vivido juntos durante al menos 15,000 años, pero solo en los últimos 300 años los criadores han producido variedades como los chihuahuas y los grandes daneses. Entonces, genetistas consideraron cómo se comportan 101 razas de perros mientras buscaban similitudes genéticas entre razas que comparten ciertos rasgos de personalidad. Los datos provinieron de dos bases de datos de genotipos de perros y de C-BARQ, una encuesta que pide a los propietarios que clasifiquen la propensión de su perro de raza pura a ciertos comportamientos, como perseguir o agresividad hacia extraños. Como resultado, el estudio no contó con datos genéticos y de comportamiento de los mismos individuos caninos, lo que podría ayudar a resaltar variantes genéticas raras que, sin embargo, pueden ser importantes para la diversidad de comportamientos.

Usando datos de más de 14,000 perros descritos en C-BARQ, los investigadores dieron a cada raza una puntuación para 14 comportamientos diferentes y luego buscaron similitudes genéticas generales entre las razas que tenían puntuaciones similares. Para rasgos como la agresión hacia los extraños, la capacidad de entrenamiento y la persecución, los investigadores encontraron que los genes contribuyen del 60 al 70 por ciento de la variación de comportamiento entre las razas. Los caniches (poodles) y los border collies, por ejemplo, tenían puntajes más altos de capacidad de entrenamiento, mientras que los chihuahuas y los perros salchichas tenían una mayor agresión hacia los extraños.

El nivel de energía y el miedo mostraron una contribución genética más pequeña, alrededor del 50 por ciento, lo que sugiere que las diferencias en el entorno o el entrenamiento juegan un papel igualmente importante en la configuración de esos comportamientos. Luego, los investigadores buscaron variantes genéticas específicas que pudieran contribuir a las diferencias de comportamiento. Frente a miles de variantes, 131 sobresalieron como significativamente asociadas con el comportamiento de las razas. Ningún gen único se asoció abrumadoramente con ningún comportamiento, lo que sugiere que la diversidad de comportamiento de las razas surge de la compleja interacción de muchos genes además de las diferencias ambientales.

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